SEMINARIO DE "MAGIA"

“SEMINARIO DE MAGIA”
Basado en unas charlas-coloquio del Profesor
FRANCISCO DE ASIS ROVATTI.
Celebrado en Castelldefels, en los años 80’.
Transcribe las notas y les da formato de Texto: Josep Lluís Albareda

PARTE I
El brujo especula con sus poderes; comercializa sus poderes.

En cambio, el mago no: el mago nunca percibe nada para su beneficio -muchas veces,
puede percibir para aplicarlo a beneficio de otras personas-.

Pero el brujo no: el brujo es un comerciante de estos poderes.
Y no quiere decir ello que estos poderes dejen de funcionar: también
funcionan -lo que pasa es que funcionan en otra medida-.
El brujo dicen que nace; es difícil hacer un brujo.

Nace ya con unas características determinadas y tiene unos determinados signos.

Muchas personas que tienen esta predisposición para esa ciencia, a veces no llegan a realizar ni esa ciencia ni esa práctica porque no han tenido ocasión para ello.
Hay muchos artistas, que son artistas natos -pero que no han tenido ocasión de manifestar sus facultades.
Pero si el brujo nace, quizás nace aún más la bruja -como nacía antes la bruja-.

Hoy, la bruja es diferente.

Antes, se consideraba a la bruja como a una mujer contrahecha, fea.

Hoy, ya no.

Realmente, las brujas de hoy están muy bien.

Hoy en día, la bruja de verdad no tiene nada que ver con la bruja de la escoba y sí con la bruja del rimel, de la permanente y del maquillaje.
La bruja era una persona que originalmente aparece en el campo, en el ambiente rural, en el ambiente agrícola.

Era una persona que por unas circunstancias determinadas la apartan; o ella misma se aparta -la proscriben-.
Puede ser una niña -en fin-, fea, contrahecha, la gente se ríe de ella, tiene algún defecto físico, la humillan.

Y entonces, empieza a retraerse.

Como físicamente también se encuentra impotente para contrarrestar estas acciones negativas, empieza a intuir y a ver cómo realmente podría vengarse, cómo podría contrarrestar -por lo menos-, aquella afrenta.
Y así, esta mujer se irá apartando.

Esto, en Catalunya se ha visto en muchos lugares.

Y esta, realmente es la historia de esta mujer desagradable, de esta mujer rencorosa; de esta mujer que siempre lleva una doble vida: durante el día actúa de una forma -acude a su trabajo cotidiano, cultivará su pedazo de tierra o de lo que sea-, y por la noche se dedicará a sus brujerías.
Sin ir tan lejos -en Barcelona-, y hablando de hace cincuenta años, en las calles de Valencia-San Juan, cerca de la estatua de Mossen Cinto Verdaguer.
Hoy, es un lugar bien céntrico; pero no lo era en aquellos tiempos.

Allá, en el paseo de San Juan, había una casa "embrujada", donde vivían brujas.

Aún hay personas que recuerdan que en la casa del Doctor Heredia, que tenía una consulta en aquellos pisos antiguos (había cantidad de habitaciones y de salones, en los que uno se perdía), en que en el patio central de la manzana habían unas brujas que fabricaban a la vista de todos los vecinos sus ungüentos y sus pócimas.

Cada dos por tres, se las veía como cogían sus animalejos, sus sapos, sus pucheros y lo que fuere y armaban el zipizape padre, con gran temor de todo el vecindario, ya que nadie se atrevió nunca a decir nada.

Hay una anécdota curiosa: la portera se llamaba Pura, y de vez en cuando decía:
-Señoriíto: ¿le han visto las brujas?
-No, no: no me han visto.
-¡Huy, cuidado en que lo vean!...porque si lo ven... ¡son más malas!
Y durante muchos años, las brujas estuvieron allí.

Lo que pasa es que han sido sitios muy localizados.

La tradición mágica de Catalunya, por ejemplo, tiene una riqueza tremenda.
Entonces, esta bruja llevaba esta doble vida -siempre la ha llevado-.

La bruja puede ser una persona -en fin-, una buena ama de casa, que durante el día o durante la mañana atiende a los niños y al marido y por la tarde se dedica a su consulta.

Es decir: esta duplicidad de vida, es siempre muy frecuente en dichos sujetos.

CONTINUARA...