EL GATO NEGRO
A mi particularmente me gustan mucho los GATOS no me importa su color "sera porque soy bruja?"
La dualidad del gato como símbolo de la divinidad y de la representación
demoníaca, dio lugar a que en las supersticiones relacionadas con él se le
considere representante de la mala o la buena suerte, según la circunstancia o
lugar en que naciesen.
Se dice que un gato negro es realmente un vaticinio nefasto, si se cruza en el
camino de una persona de derecha a izquierda. También que pierde este carácter
de maldad si tiene un lunar blanco en alguna parte del cuerpo.
Existen pueblos en que el encuentro de un gato negro camino de la iglesia el
día de la boda da buena suerte, mientras que en otros es símbolo de desgracias
conyugales.
Se cree que el gato negro trae buena suerte en los juegos de azar, sobre todo
si se toca alguno antes de que empiece el juego.
También se cree que tener un gato negro en casa es símbolo de buena fortuna.
Otra superstición mantiene que encontrarse un gato (no importa el color, sino
la dirección) viniendo de cara por el camino trae buena suerte, mientras que
verlo de espaldas trae mala suerte. Asimismo, es de buen augurio que un gato
nos adelante en el camino.
Cuando un pescador sale de pesca, considera de buen augurio que un gato le
preceda, pero muy malo si se le cruza en su camino.
La gente del mar suele estar muy atenta al comportamiento del gato a bordo. Es
tradición popular que si el gato corre, juega o salta pronostica tormentas y
galernas; si se arroja el gato por la borda o es ahogado en el mar sobrevendrán
calamidades al navío y su tripulación.
EL GATO Y LA
ADIVINACIÓN
Si está boca arriba en el suelo, anuncia lluvia.
Si está sentado de espaldas al fuego predice frío y mal tiempo.
Si se lava las orejas avisa que habrá una visita masculina si se lava la
derecha y femenina si se trata de la izquierda.
EL GATO Y LA SALUD
Se decía que pasar la cola de un gato negro por los párpados curaba los
orzuelos.
EL GATO Y OTRAS SUPERSTICIONES
En España se dice que una persona afortunada tiene siete vidas como los gatos.
Según la creencia popular el matar un gato o sus crías trae mala suerte, de
aquí que algunos prefieran pagar a otros para que los maten en caso de ser muy
necesaria su desaparición.
Soñar con un gato es de mal agüero.
En algunas regiones del sur de Estados Unidos todavía se piensa que, si se
permite a un gato acercarse a un cadáver humano, una horrible desgracia caerá
sobre la familia del difunto.
En Sicilia, un gato negro representa el mal de ojo.
En Kentucky existe la creencia de que la visita de un gato negro a una casa es
señal de buena suerte, excepto si decide quedarse, en cuyo caso significaría
infortunio.
En la Gran Bretaña
del siglo XIX, el que un gato negro se paseara por delante de unos novios a
punto de casarse representaba felicidad y fecundidad para los contrayentes.
En el pasado, los marineros consideraban que traía
buena suerte tener un gato negro a bordo, aunque no se podía pronunciar la
palabra "gato", pues hacerlo acarrearía grandes desgracias.
Las mujeres de los marineros solían tener un gato negro en casa para asegurarse
de que sus maridos volverían sanos y salvos.
En la tradición Celta se relata que las brujas consideraban como sus mejores
amigos a los gatos erizos, en especial los de color negro.
Durante la Edad Media
nace la falsa creencia de considerar al gato negro como de mal agüero, por
pensar que cumplían mandatos de las brujas y esto dio lugar a que los fanáticos
sacrificaran a miles de estas bellas e inocentes criaturas. En otros
continentes como el Africano los brujos de las tribus zulúes preferían a los
gatos de color cobrizo en lugar de los negros.