Erizos, topos y musarañas.
Los erizos son beneficiosos para el agricultor, pues tienen a raya numerosos
insectos perjudiciales. A pesar de ello, eran perseguidos y exterminados con
frecuencia debido a la curiosa creencia de que sorbían la leche de las vacas.
Otra historia dice que robaban manzanas con sus "lomos espinosos".
Al topo se le suponen virtudes curativas contra diversas enfermedades. Se cree
que contra los ataques son efectivas unas gotas de sangre de topo vivo,
extraídas mediante un pinchazo de aguja, y diluídas en un vaso de agua.
Otra creencia sostiene que contra el bocio hay que despellejar un topo y poner
la piel sobre la hinchazón. Contra el dolor de muelas, el reumatismo y la
epilepsia se aconsejaba llevar como amuleto un saquito conteniendo las patas de
un topo.
Trae buena suerte un monedero hecho con piel de tipo, porque así nunca faltará
el dinero.
Encontrarse una musaraña, pequeño mamífero insectívoro, en el camino presagiaba
mala suerte. como contra hechizo había que cruzar los pies.
Se creía que para curar el reumatismo había que llevar una musaraña muerta en
el bolsillo. Tocando un animal doméstico enfermo (entiéndase ganado) con una
musaraña muerta se le podía curar.
Los sapos siempre fueron considerados como hijos de
una bruja y el demonio, también se dice que es la comida que Lucifer da a las
almas que están en los infiernos.
A pesar de sus diferencias anatómicas, a la hora de los embrujos da lo mismo
las ranas que los sapos.
Según la creencia popular, estos animalitos siempre
fueron aliados de la bruja, ya sea como "recipiente" del alma de
algún embrujado o como elemento para toda clase de recetas mágicas.
Muchos cuentos infantiles y canciones narran la historia del príncipe que,
víctima de la maldición de una bruja, es transformado en una rana o sapo y sólo
puede recuperar su forma humana al recibir el beso amoroso y desinteresado de
una joven doncella, o viceversa.
Los hechizos en los que interviene el sapo (o su prima, la rana) son muy
diversos, usando al animal entero o alguna de sus partes. Una vieja receta dice
que "las verrugas se caen" si se las frota con un sapo.
Por una superstición muy antigua, la rana desde
hace mucho tiempo ha sido asociado tanto con la buena como la mala suerte.
Según se cuenta, antiguamente los brujos utilizaban los huesos de rana como
amuletos. Éstos se obtenían dejando que las hormigas devoraran la carne,
después se echaban al agua y se recogían los que no flotaban.
Se guardaban los
huesitos en una bolsa de lino blanco que se colgaba al cuello para engendrar el
amor, pero si se tocaba a un hombre con la bolsa, lo que decían engendraba era
el odio.
Se cree que trae buena suerte encontrar una rana en el camino, ya que se le
asocia con la buena fortuna económica.
El lado contrario de esta superstición dice que se tiene por mala suerte que
una rana entre en una casa.