Los elfos son humanoides de apariencia frágil y
delicada, orejas puntiagudas, piel pálida y ojos almendrados.
Viven cientos de
años, incluso se piensa que son inmortales.
A pesar de ser menos corpulentos que los humanos
(por término medio), tienen mayor agilidad y destreza en sus movimientos. Un
elfo se mueve con gracia y delicadeza y, de un modo tan sutil y silencioso, que
a veces es imperceptible su presencia. Este hecho les permite seguir con sigilo
a un enemigo al que quieren espiar, o realizar un ataque por sorpresa. Un elfo
puede resultar prácticamente invisible en un bosque.
Son grandes conocedores de los bosques, en los que
habitan, y sus ropas en tonos verdes les permiten camuflarse en el bosque según
su necesidad.
Los elfos tienen desarrollada la infravisión, por
lo que no les resulta difícil moverse en la noche o por bosques donde no entra
la luz solar.
Es famosa la habilidad de los elfos con el arco.
Son entrenados desde pequeños y, aunque también dominan la espada corta y
larga, es con el arco con lo que un elfo puede conseguir los mejores
resultados. Su agilidad es tal, que pueden lanzar una flecha y prepararse
rápidamente para un nuevo disparo.
Las mujeres elfas también son preparadas para la
lucha.
Es legendaria la leyenda de un ejército de doncellas elfas, montadas
sobre unicornios, que consiguieron grandes logros y victorias.
Los elfos suelen vivir en campamentos de unos 100 a 200 elfos y en su
sociedad existen pocas normas y muy básicas.
En estos campamentos suelen gozar
de actividades alegres y agradables como el baile, la música y la poesía.