MORGANA
Princesa, diosa, hada, maga, iniciadora y mujer.
¡Morgana es todo eso! Su vasto territorio, lleno de contrastes, está impregnado de una melancólica belleza; es la tierra del Amor.
Bajo las frondas de los árboles seculares de Broceliande, la tenebrosa Morgana de cabellera llameante recorre su dominio, sola y perdida desde que retiene en su red a Merlín el druida.
Morgana es un personaje clave en la epopeya artúrica.
Hermanastra del rey Arturo, será también su mujer con ocasión de un rito iniciático.
De este amor único, mágico e incestuoso nacerá Mordred, hijo vengador, portador de todos los rencores de su madre, además de los suyos propios.
En este aspecto, cabe observar que Morgana es heredera de una antigua estirpe, de una antigua tradición.
Hermana y esposa del rey, a través del acto carnal, adopta los rasgos de Cleopatra, hermana y mujer del Faraón.
También fue el caso de la reina Hatshepsout y, mucho antes, de Isis y Osiris.
Morgana, nacida de las aguas, es la reencarnación de la diosa egipcia.
La ciudad de Is no era otra que la ciudad de Isis, diosa que fue venerada también en la Galia en tiempos remotos.
La barca de Isis, Par Is, llego hasta esas regiones y la diosa de Quinipily en Baud, Bretaña, es una representación de Isis, como lo son las vírgenes negras veneradas en muchas zonas…
Como ocurre con todas las hadas, la personalidad de Morgana es muy ambigua.
Siembra zozobra en la mente y el corazón de la gente, sobre todo de los hombres.
Sus poderes son inmensos, ancestrales, producto de una larga estirpe de sacerdotisas celtas.
Es la viva encarnación de la diosa madre y de su función adquiere toda su importancia con el nacimiento de su hijo, heredero de los poderes tempolares de su padre e interpolares de su madre.
Su nombre se aproxima mucho al de Morrigan, diosa irlandesa de la muerte.
Esta se transforma en un cuervo, en particular a la muerte de Cuchulainn.
Morgana también lo hace.
¡La perennidad de los rasgos de Morrigan se hace evidente a través de Morgana!
El mito celta se prolonga de otra forma, en otros tiempos.
Si una larga historia vincula a Morgana con el mítico bosque de Brocéliande, no hay que ocultar sus especiales relaciones con la isla de las manzanas.
Avalón la eterna.
Morgana el hada era la gran sacerdotisa de la isla y reinaba sobre un nutrido grupo de druidesas, muy lejos de las turbulencias humanas y de las conjuras palaciegas.
Morgana es el arquetipo de mujer hada, iniciada y lúcida, enfrentada a las bajezas humanas y la evangelización de todo un pueblo