RITUAL DE LA LUNA LLENA
Para nosotros los paganos, la Luna es una buena representación de nuestra Diosa Madre.
Es un buen tiempo para la meditación, para conversar con la Diosa y contarle nuestros anhelos y darle las gracias por las bendiciones recibidas durante el mes.
La luna llena es el mejor momento para adorar a la Diosa Madre y si eres practicante de la Wicca, dedicarte a las labores mágicas.
Importante: este ritual está hecho sobre la base de un ritual wiccanno, sin embargo, al ser éstos muy elaborados, se presenta una variación más simple [porque ésta página presenta una postura ecléctica], pero según la autora, igualmente efectiva.
Lo primero que debemos hacer, antes de cualquier ritual, es averiguar la fecha correcta en la que debe realizarse. por ejemplo, si queremos celebrar este ritual en el presente mes, debemos saber la fecha exacta en la que debemos realizarlo. Por ejemplo.
Hay muchas opciones para saber cuando es luna llena.
Sin más preámbulos, vamos con el paso a paso.
Paso 1: Preparación personal.
Antes de empezar el ritual, nos daremos un baño para relajarnos y botar las malas vibras.
Puede ser una ducha o un baño de tina, lo importante es que mientras nos lavamos desechemos toda la energía negativa que hemos acumulado durante el día.
Paso 2: Preparación del lugar físico.
Ahora debemos elegir el lugar donde realizaremos el ritual.
Tomaremos un poco de sal y lo esparciremos alrededor del lugar, que después barreremos.
Lo importante es elegir un lugar donde nos sintamos cómodos y en paz, y claro, donde podamos ver la luna (si no quieres hacer el ritual al exterior debes buscar un lugar donde se pueda observar la luna).
A continuación, disponer los siguientes elementos:
Incienso: preferentemente de sándalo o de rosas.
Si quieres usar otros, o simplemente no quieres usarlos no hay problema, el asunto es sentirte cómodo.
Alimentos: puede ser leche o vino blanco (para simular el color de la luna). También puedes llevar pan blanco.
Puedes usar ambos o elegir uno.
Agua salada (muy poca)
Paso 3: apertura del círculo.
Ahora, empezamos a movernos en el sentido de las manecillas del reloj.
Nos dirigimos al este, tiramos una pizca de agua salada y decimos "Cuatro elementos, cuatro destinos.
Este, señor del aire, ¡protege mi círculo!
Luego, caminamos (o miramos) hacia el norte, rociamos el agua y decimos: "Cuatro elementos, cuatro destinos.
Norte, señor del fuego, ¡protege mi círculo!
Después hacia el oeste, después de rociar agua salada: "Cuatro elementos, cuatro destinos.
Oeste, señor del agua, ¡protege mi círculo! Finalmente, hacia el sur: "Cuatro elementos, cuatro destinos. Sur, señor de la tierra, ¡protege mi círculo!
Después párate en el centro del círculo y di: "El círculo puede ser abierto, pero jamás interrumpido".
Paso 4: La oración
Ya dentro del círculo, nos ubicamos en el centro y adoptamos la posición que nos sea más cómoda.
Ahí puedes recitar esto (que fue extraído de esta página).
Recuerda que puedes hacer tus propias oraciones.
Yo elegí esta porque me parece muy hermosa.
Es recomendable que te lo aprendas de memoria, pero si no lo haces no importa.
Maravillosa señora de la Luna, tu que das la bienvenida al anochecer con besos plateados, señora de la noche y de todas las magias, quien recorre las nubes en cielos ennegrecidos, y vierte luz sobre la fría Tierra.
OH, diosa lunar, la creciente, quien hace y deshace sombras, reveladora de misterios pasados y presentes, quien atrae los mares y gobierna a las mujeres,
Madre lunar infinitamente sabia, doy la bienvenida a tu joya celeste
En el creciente de tus poderes, con un rito en tu honor.
Rezo por la luna....
Paso 5: El brindis
Es el momento de que converses con la Diosa.
Cuéntale lo que te preocupa, pídele que te de la fuerza para que puedas resolver tus problemas.
Háblale de lo que quieras, y recuerda darle las gracias por las bendiciones recibidas.
Finalmente, toma la copa de leche o vino y brinda en su honor de la manera que tu quieras.
Paso 6: La despedida
Después del brindis y de agradecerle a la Diosa el haber estado en el ritual, es un buen momento para la meditación. Finalmente, limpia todo y si quieres, deja una constancia escrita de lo que hiciste.
Tu ritual ha terminado.
Ana Maria Rubilar Aguayo
