A pesar de su tamaño, los duendes son una
de las criaturas sobrenaturales más temidas por el hombre.
Son protectores de la naturaleza,
especialmente de los bosques donde viven, y castigan a quienes osen
alterar sus dominios.
Además, por su naturaleza de hombre-ángel pueden
adoptar la forma que deseen.
No obstante esa visión aparentemente maligna,
también se pueden comportar de forma muy amable y contribuir con
los hombres, ayudándoles en las labores domésticas y proporcionándoles buena
fortuna.
Soñar con duendes no necesariamente anuncia
algo malo ni mucho menos.
En realidad son una manifestación del inconsciente,
representando los miedos y falta de confianza en nosotros
mismos que nos impiden tomar la iniciativa en algo que anhelamos con todo el
corazón pero que no nos atrevemos a poner en marcha.
Los duendes se pueden presentar en nuestros sueños
de varias formas.
La más común es como pequeños seres de aspecto
deforme que se asocian a los defectos que más nos molestan de
nosotros mismos. Y si aparecemos peleándonos con ellos, quiere decir
que haremos todo lo posible por cambiarlos.
Cuando los duendes aparecen con un halo de luz
alrededor y tienen un rostro juguetón e inocente significa que hemos
experimentado un crecimiento personal y que nos damos cuenta de las
cualidades que debemos desarrollar.
Por otro lado, también pueden significar
que alguien nos protege o que tenemos un motivo muy grande para esforzarnos y
ser mejores personas.