Ofrecer energía al agua mediante un cristal es una operación muy sencilla, que para los celebrantes Wiccanos resulta absolutamente natural y se repite incluso varias veces al mes, aunque es preferible durante la Luna Llena.
Para ello, utilizaremos un cristal de cuarzo hialino, que habremos purificado primero teniéndolo tres días y tres noches en un cuenco de vidrio cubierto con sal gorda.
Se puede purificar más de un cuarzo al mismo tiempo, ya que se utilizan mucho.
Cuando la Luna Llena está alta en el cielo, se toma una botella llena de agua (es mejor agua mineral) y se introduce en ella el cristal purificado.
A continuación, se expone la botella -que no puede ser de plástico- a la luz de la Luna Llena y se deja hasta la mañana.
De este modo, el agua se carga con las vibraciones del cristal, amplificadas por la luz de la Luna.
Esta agua se usa generalmente para los rituales; debe conservarse sobre el altar, como uno de los cuatro elementos; sirve para mojar las hierbas mágicas dedicadas a la Diosa que todo Wiccano cultiva aunque sea en maceta; puede ser añadida al agua del baño en los rituales de purificación personal; puede ser bebida en caso de necesidad de un refuerza energético; o puede ser utilizada para purificar la casa y las estancias en las que vivimos.
La experiencia nos enseñará cuanta agua nos sirve mensualmente, de forma que cuando haya Luna Llena se podrá cargar con cristal tantas botellas como necesitemos para nuestro uso personal.
Si al final de mes nos queda aún algo de agua, debemos usarla para darnos un baño en previsión de los rituales de los Esbbat, o entregarla a la Madre Tierra, pero nunca la tiraremos al desagüe, ya que esta agua tan cargada y energetizada tiene un enorme poder.
Cristopher Wallace