“SEMINARIO DE MAGIA”
Basado en unas
charlas-coloquio del Profesor
FRANCISCO DE ASIS ROVATTI.
Celebrado en
Castelldefels, en los años 80’
Transcribe las
notas y les da formato de Texto: Josep Lluís Albareda
PARTE IV
¿Y
en qué se apoya?: se apoya en
que el brujo y la bruja tienen un pacto con el diablo -cosa que no era cierta
ni verdad: hay muchos brujos y brujas que no tienen ningún
pacto con el diablo-; pero la Iglesia se apoyó en
esto para perseguirlos.
Es
decir: para evitar que un poder ajeno a la Iglesia pueda tener una expansión.
En
otro momento, lo mismo ocurre con los Templarios.
¿Por
qué se acaba con los templarios?: se acaba por que el
Temple, hay un tiempo en que tiene más
poder que la propia Iglesia; tiene más
dinero, tiene más conocimiento, tiene más
ascendente sobre el pueblo.
Y entonces, ¿qué
hace la Iglesia?: ya lo sabemos: que el templario tiene que escupir
sobre la sagrada forma, tiene que pisotear una cruz, tiene que hacer una serie
de actos contrarios a la fe, a la religión.
¡Y
tiene que exterminarlos!
Y
así, vienen los grandes procesos y se termina con los
templarios.
Así,
la Iglesia se incautará de toda la fortuna.
Y
no se incauta de todos los conocimientos, porque los templarios tienen buena cuenta
en procurar de destruir o de esconder una serie de conocimientos que no debían
porque trascender.
Hay
un cierto paralelismo: cuando se quiere terminar con un determinado poder,
siempre se mete el demonio de por medio.
Y
no es precisamente ni la bruja ni el templario, sino precisamente la Iglesia
quien dice que es así.
Como
- naturalmente-, este pacto que se haga con el demonio se basa en la negación
de la fe cristiana, es suficiente para que se produzca una auténtica
persecución para que aquellas
personas queden completamente segregadas.
No
hay que confundir -por lo tanto-, la brujería
con el satanismo.
El
que uno sea brujo o bruja, no quiere decir que haga pacto con el demonio.
El
satanismo sería una variedad; es una
especialidad dentro de todo esto.
Por
otro lado, en la época feudal hay dos auténticos
abusos del feudalismo.
El
señor feudal, es como el Rey: por la gracia de Dios.
Podemos
recordar las monedas de plata de nuestros abuelos, en que se leía:
"Alfonso XII, Rey de España por la gracia
de Dios".
Y
Franco también: por la gracia de
Dios.
En
realidad, esto correspondía a algo, a una tradición
muy importante: ligar la figura del personaje con el poder máximo
-el poder de Dios: porque Dios lo quiere así-.
Y
el señor feudal mandaba no
porque el Rey lo quisiera.
En
el feudalismo, el señor feudal tenía
más importancia en su feudo que el propio Rey.
El
señor feudal empieza a hacer auténticos
abusos de poder: el derecho de pernada.
El
derecho de pernada, no consistía en que el señor
feudal tenía que acostarse con la
mujer del labriego que tenía que casarse.
Esto,
no es cierto.
El
derecho de pernada auténtico, consistía
en que la doncella antes de casarse, vestida de blanco se acostaba en el lecho
del señor feudal.
Y
el señor feudal, vestido con toda
la armadura y la espada en mano, pasaba por encima de ella.
Es
decir: era un acto de posesión figurada.
Nada
más.
Ustedes,
comprenderán que acostarse con una
mujer, con una armadura, es algo bastante difícil.
Sin
embargo, lo que ocurre es que había
el señor feudal que se
aprovechaba de la situación y decía:
"ya que estás aquí,
pues aquí te
espero".
¿Qué
ocurre con todo esto?: que la gente se cansa. Y como ven que no pueden
actuar contra el señor feudal, porque es el
dueño del poder físico
–y que el pobre labrador no podrá hacer
nada nunca contra él-, entonces, buscan otra
escapatoria. Y buscan exactamente la misma escapatoria que en su momento los
pobres negritos que son sacados de África,
y son vendidos y comercializados, y se convierten en unos esclavos tremendos, y
que se encuentran desplazados en otros lugares fuera de su contexto familiar –los
jóvenes son separados de los viejos, las madres son
separadas de los hijos-.
¿Qué
encuentran, ellos, después, cuando están
bajo la tiranía del hombre blanco o
de quien sea?
La
fuerza física no la pueden
emplear, no está a su alcance.
Pero
tienen algo que los puede unir: es la religión,
unas creencias comunes, con unas variantes. Y así,
nace todo el movimiento vuduista.
Y
se llega a la conclusión de aquellas ceremonias
que hacen los pobres negritos en las plantaciones, que parece que no tienen más
importancia mayor que para distraerse y para pasar el rato, están
dando unas consecuencias negativas, perjudiciales para el hombre blanco.
Y
es cuando se empieza la prohibición
y el que estas ceremonias no tienen por qué hacerse.
Entonces,
el negro buscará lugares escondidos para
seguirlo practicando.
CONTINUARA...