El dragón ha sido una criatura mitológica y
legendaria por siglos en todo el mundo.
En su libro, ‘View over Atlantis’ (1969), John
Mitchell dice “En cualquier continente del mundo, el dragón representa el
principio de la fertilidad.
La creación de la tierra y la aparición de la vida
llegaron como resultado de la combinación de estos elementos. La primera célula
viviente nació de la tierra y fue fertilizada por el cielo, el viento y el
agua.
De esta unión de ying y yang se esparció la semilla
que produjo el dragón.
Cada año el mismo proceso toma se lleva a cabo”.
Resulta extraño hablar de ying y yang cuando uno se
refiere al dragón céltico, ya que se trata de terminología oriental. Aunque los
términos provienen de Oriente, los conceptos no. Michell observó cómo la
antigua práctica del Feng Shui en China contribuyó a la armonía del panorama y
de la gente. También notó que la geomancia había sido practicada en la antigua
Inglaterra.
Cuando un celta, sobre todo un Druida, caminaba por
la tierra para hacer alguna actividad (construir, celebrar una festividad,
etc.), hablaban de la ley de la tierra.
En la actualidad usamos la misma palabra pero con
otro significado.
Cuando hoy se habla de la ‘ley de la tierra’,
solemos imaginar la forma de una colina mientras el río fluye, tiene un
significado más concreto y literal.
Sin embargo, para los antiguos celtas, la ley de la
tierra tenía que ver con cómo las fuerzas cósmicas fluían y afectaba al área
y viceversa.
Los celtas creían que los dragones eran criaturas
del mundo paralelo, y que su poder y presencia afectaba a la tierra. Michell
también afirmó que 'los lugares asociados con la leyenda del dragón, los
nervios centrales de la fertilidad estacionaria, siempre aparecen para
coincidir con sitios de santidad antigua'.
El camino de los dragones era fundamental
para la corriente de energía.
Si había un punto que el dragón cruzaba seguido, un
punto donde los caminos se cruzaban o uno donde el dragón paraba a descansar,
éstos se convertían en lugares de poder. Se cree que Stonehenge es uno de
esos lugares.
Además, algunos creen que la Cruz Celta es un
símbolo del cruce de caminos, y a su vez muestra cómo el círculo de la vida
debería centrarse en ese poder.
El mismísimo Rey Arturo tuvo sueños sobre dragones,
aunque no se sabe con seguridad de qué color eran.
Tuvo estos sueños en la época de la concepción de
Mordred y antes de su muerte. En su sueño final lo comen los dragones, y en la
batalla que siguió a este sueño Sir Mordred lo mata.
Se cree que cuando un rey ve dragones significa que
la ruina llegará a su reino.
Con la introducción del Cristianismo en las
regiones celtas, el papel de los dragones cambió.
Algunas personas creen que no había dragones en la
mitología celta hasta la llegada de los ingleses, principalmente porque no
quedaron registros en el mundo celta hasta ese momento. Sin embargo, es más
probable que los registros se mantuvieran por medio de la tradición oral en las
historias celtas.
La 'repentina' aparición de los dragones cuando los
cristianos invadieron sus tierras se puede explicar fácilmente por el
meticuloso esfuerzo que ellos pusieron sobre la creación de registros escritos.
La iglesia apostólica solía tomar las creencias
locales para adaptarlas en beneficio propio, como en el caso de San Jorge por
ejemplo.
En éste, el gran poder del dragón es metáfora del
poder del demonio.
El simbolismo tradicional sostiene que San Jorge
mató al dragón (Satán) para salvar a la doncella (la Cristiandad ).
Actualmente el dragón es muy popular en el
movimiento de resurgimiento celta, sobre todo entre los relatores de historias
y los artesanos.
No hay que olvidar que los dragones nunca pasaron
de moda para los galeses, ya que su bandera muestra con orgullo la imagen del
Dragón Rojo y su lema:
‘El Dragón Rojo lidera el camino’.