MITOLOGÍA ESCANDINAVAEn la Mitología Nórdica nos encontramos con otra versión de la historia de Horus, que se sumió en las tinieblas y salió de ellas para convertirse en el alba.
Baldr, el dios blanco, el hijo preferido de Odín, inspiraba a todos los hombres a amar la verdad y la belleza.
Se nos dice que "su rostro brillaba con esplendor, que a su frente se la denominaba sol, que era amable y bueno en todo y valiente cuando había de batallar".
Su esposa, Nanna, no le iba a la zaga.
Nacida humana, era tan pura de miras que se le permitó vivir en los dos mundos y, como epítome de la feminidad perfecta, actuar de intermediaria entre los dioses y los hombres.
Al morir Baldr asesinado por el traidor Utgarde Loki, Odín se sintió tan conmovido por las lágrimas de Nanna que disminuyó los poderes de la diosa de los muertos y decretó que, desde aquel momento, Baldr permanecería en las tinieblas sólo seis meses al año, pasando los otros seis en el Valhalla con su amante esposa.
De nuevo en esta leyenda nos encontramos con la salida y la puesta del sol narradas aquí de una manera fácil para los habitantes de unas regiones en las que la noche dura tantos meses.
Al final de su verano -el verano del sol de medianoche-, Baldr tornaba a las tinieblas para esperar a que el canto del gallo despertase a la diosa Jostra (o Eostra, de donde proviene la palabra inglesa Easter o Pascua) y ésta hiciese que la tierra despertase a su vez de su sueño invernal.
Elisabeth Villiers
