El aceite y el incienso son muy utilizados en la Wicca.
Se pueden encontrar comúnmente en los comercios tanto los aceites esenciales como los inciensos.
Los aceites son la esencia de las plantas y se presentan en forma oleosa ya en su estado natural.
Los aceites esenciales están presentes, por ejemplo, en lo pétalos de jazmín, en las hojas de salvia, en las semillas de eneldo o de hinojo, en la madera de sándalo, en la corteza de la canela, en la raíz de la angélica, etc.
Los aceites sirven, sobre todo, para trabar los elementos que forman las mezclas de hierbas que se queman con el carboncillo y que a menudo, por comodidad, son llamadas incienso, o para la unción ritual de las velas destinadas a fines particulares.
Obviamente, los aceites perfumados pueden llevarse consigo para aumentar el poder.
Los que se adquieren en las herboristerias suelen ser muy caros, porque se necesitan grandes cantidades de plantas para obtener unos pocos mililitros de aceite.
Cabe recordar que cada aceite esencial tiene un poder y una vibración particulares, y es elegido para un fin muy preciso, según las características de la planta de la que ha sido extraído.
Casi todos los aceites esenciales son capaces de ofrecer beneficios importantes, también en el ámbito de la salud.
No obstante, los aceites esenciales son muy costosos, y si se quiere disponer de una discreta variedad se tiene que invertir un capital.
Asímismo, es posible elaborar en casa aceites potentes, aunque no sean esenciales, usando el método de maceración y empleando flores y plantes presentes en la naturaleza o cultivadas en jardines o balcones.
Lo importante es que estas flores no hayan sido tratadas con anticriptogámicos ni productos químicos que puedan invalidad su pureza.
Para elaborar un aceite, se coge un litro de aceite de oliva virgen extra exprimido en frío y se pone en un recipiente de cierre hermético, como los tarros que se usan para las mermeladas pero de mayor capacidad.
Se ponen a macerar un mínimo de 100 gramos de pétalos, o de cáscaras de cítricos, cortezas de madera, etc., durante 40 días, teniendo la botella constantemente al sol (es conveniente preparar los aceites en verano, cuando el sol es más caliente y pueden hacer fermentar el producto).
Transcurrido ese periodo, se estrujan con los dedos los pétalos o los demás productos que se hayan puesto en maceración para que liberen todos los principios activos, se cuela con cuidado el aceite con una gasa y se conserva hasta un máximo de un año en recipientes de vidrio oscuro.
C. Wallace.