"DIANA"
La diosa romana de la Luna Diana se representaba por lo general como una amazona montada sobre la Luna.
Esto ya dice mucho acerca del concepto de sí mismo que tiene este signo; conscientes de su propio valor y sin someterse jamas afrontan las Dianas la vida -y así se ven también ellas mismas-.
Este arquetipo lunar es una figura positiva, cálida, activa y feliz, que parece extraer la felicidad y la realización emocional completamente de sí misma.
Cuando nos encontramos con ella al hacer el Oráculo Lunar, esto significa siempre una respuesta afirmativa sin paliativos a la pregunta; los planes se convierten en realidad sin gran esfuerzo ni colaboración por parte de uno mismo; y a quien tiene dudas ante un nuevo paso en su vida le pronostica alegría, ganancias en los negocios, suerte en el amor y en las relaciones de pareja y la consecución rápida y sin esfuerzo de los objetivos marcados.
Se trata, por lo tanto, de un signo completamente positivo, cuando lo "sacamos" en el Oráculo.
Sin embargo, vivir como Diana no es tan fácil.
Su vida emocional es rica y está llena de vivencias, pero las personas de este tipo lunar son, extrañamente, más fáciles de herir y quedan más afectadas que otros signos que no tienen una naturaleza tan favorable.
Esto es porque las personas nacidas bajo el signo de Diana parten de una idea de la felicidad absolutamente ingenua, concretamente, que todas y cada una de las personas son capaces de regalar tan magnánima, generosa e incondicionalmente como lo pueden hacer y lo hacen ellas mismas -y cuando experimentan algunas vez una decepción, no lo pueden comprender-.
Entonces achacan estos sufrimientos a su incapacidad propia, creen que han cometido errores (lo que por supuesto también puede ocurrir) y a menudo sufren demasiado tiempo por ello.
Se trata, simplemente, de que están poco acostumbrados a los malos estados de ánimo para que puedan entenderlos como algo "normal" que pertenece a las vicisitudes de la vida.
Pero tampoco conocen los "buenos estados de ánimos", pues, en su opinión, la vida (y en especial la suya) tiene que ser siempre de color de rosa.
Thea Hermann