LICÁNTROPO "HOMBRE LOBO"
Se ha dicho que el nombre de Licántropo procede de Lycaon, un rey de quien se cuenta que se atrevió a servirle carne humana a Zeus durante un banquete; para ser mas exactos, la carne de un niño que había sido sacrificado en su honor.
Ante esta osadía de tan mal gusto, el dios supremo del Olimpo lo convirtió en hombre lobo.
Pero ya en aquella época existían leyendas que hablaban de estos seres, aunque no se conoce con certeza el origen de esta criatura.
En realidad, lo que el mito confirma es que los griegos creían en los hombres lobo, o al menos que sospechaban que su existencia era posible.
Incluso a una persona tan autorizada como Platón no le parecía descabellada tal posibilidad.
El famoso "idealista" pensaba que la persona que comiera carne humana podría llegar a convertirse en hombre lobo.
Sea esto verdad o no, el nombre del mítico rey esta muy bien traído, pues etimológicamente la palabra "licántropo" se compone de dos raíces griegas, lúkos y anqwpos, que significa "lobo" y "hombre" respectivamente.
El licántropo es un ser híbrido, mitad hombre y mitad lobo.
La mayor parte del tiempo es completamente humano, pero las noches de luna llena sufre una asombrosa transformación; su cuerpo se convierte en el de un lobo gigantesco, pierde el control de sus actos y se vuelve un temible depredador que mata a todo el que se cruza en su camino, y si algún hombre consigue quedar con vida después de haber sido herido por una de estas bestias, entonces lleva el mal consigo hasta el fin de sus días; en ese caso está infectado de licantropía y la primera noche de luna llena también él saldrá en busca de sus presas.
Como ocurre con otros muchos seres que han sido tachados de fantásticos por el escepticismo general, también en el caso de los licántropos sorprende que sea posible encontrar testimonios antiquísimos, prácticamente prehistoricos, y que la creencia en la licantropía tenga tal arraigo universal.
Si los hombres lobos son solo una simple invención del hombre, en ese caso tendríamos que admitir que se trata de una invención muy bien creada, pues en todos los lugares del mundo y en todas las épocas que han vivido los hombres, éstos han creído en la licantropía.
Entre las tribus eslavas de la Europa oriental existían distintas opiniones respecto a las personas que nacían con una marca en la cabeza o un mechón de pelo de distinto color.
En una ocasión, cerca de la ciudad de Sibiu, una joven se casó con un apuesto muchacho de una tribu vecina.
En el pueblo de la muchacha todos celebraron aquella unión, e incluso le auguraron años de prosperidad, pues el novio tenía un mechón de pelo rubio en la frente y eso para ellos, era una señal de buena suerte.
En cambio, el mismo día de la boda, la pareja se marchó a vivir al pueblo del novio y allí todo fue diferente.
Un día, una mujer del pueblo se acercó a ella y le previno.
Le dijo que su vida corría peligro, que se marchara de aquel lugar antes de que fuera demasiado tarde, pero la mucha no le hizo caso.
Un día después de una noche de luna llena, ya nadie la volvió a ver más por el pueblo.
Y aunque nadie dijo nada, todos sabían lo que había ocurrido, pues el mechón de pelo rubio que su marido tenía en la cabeza será la señal indudable de que se trataba de un hombre lobo.
Agustín Alvarez Fidalgo