La Serpiente mordiéndose la cola.
Gira continuamente sobre si misma porque un deseo sucede a otro y a otro mas; al girar da nacimiento a un egoísmo perpetuo que hace caer a quien desea elevarse y eleva al que quiere descender a un círculo infernal de locura; vincula la carne a necesidades málditas, la vuelve esclava delirante de imnumerables quimeras y hace caer al hombre en las tinieblas de la inconsciencia.
la Serpiente oprime a los pueblos entre sus anillos y los hace depender de una fatalidad ciega y de un calor que envenena la sangre y destroza incluso a los más fuertes.
Así, pocos son los hombres que, con una fuerza titánica, baten en brecha el círculo fatídico trazado por la Serpiente y la fuerzan a levantar la cabeza.
Pero si quieres conocer la razón de todo, interroga a la esfinge de Gizeh, pues respetamos el símbolo.