SIRIUS TIENDA ONLINE

MAIL: siriustienda@yahoo.es TFNOS: +34635574330

viernes, 26 de junio de 2009

EL ARBOL DE LA VIDA

EL ÁRBOL DE LA VIDA
El ser humano moderno es consciente del valor de los árboles, pero con su negligencia puede ser también fácilmente promotor de incendios; de igual modo, puede sentir necesidad de plantar un abeto tras el nacimiento de su primogénito, pero luego no preocuparse por reciclar papel.
Estas contradicciones pueden empañar los interrogantes sobre la supervivencia de las demás especies vivas, llevando inexorablemente hacia el empobrecimiento del planeta.
No siempre ha sido así.
Hubo un tiempo en el que la relación del ser humano con el árbol fue más equilibrada, como demuestran numerosas fuentes de la historia de las religiones.
Pensemos simplemente en el Apocalipsis (9,4), en el que se lee que al sonar la quinta trompeta, cuando caen las langostas sobre la Tierra, Dios les ordena "que no hagan daño a la hierba de la tierra, ni a cosa verde, ni a ningún árbol".
En el árbol se reunen los valores simbólicos importantes para el ser humano y su relación con la divinidad, pero en el mundo vegetal hay asimismo elementos farmacológicos útiles y a menudo fundamentales para la vida.
En todas las culturas, el ser humano ha advertido la energía que emana de los árboles, obteniendo normalmente de ella enseñanzas e indicaciones que luego han sido sublimadas en la mitologías y, más tarde, en las religiones.
Resulta difícil establecer que relación encontró primero una configuración objetiva; la dirigida a un uso práctico del mundo vegetal (desde la provisión de material para la construcción hasta el uso alimentario y terapéutico), o la simbólica que lo ha colocado en el interior de un orden cósmico en el que era activa una figura divina.
Posteriormente, estas dos funciones se entrelazaron y alimentaron mutuamente, hasta mezclarse en una dimensión en la que rito y uso práctico están tan aferrados uno al otro que parecen inseparables.
Además, consideremos que, seguramente, en la transformación estacional del árbol el ser humano ha percibido la renovación del mito del eterno retorno; mientras que en los perennes ha advertido la presencia de un quid sobrenatural, mágico y divino, que permite sobrevivir al frío y al invierno.
El árbol es el "centro" en el que el mundo subterráneo entra en relación con el celestial, dando vida a una continuidad cósmica ininterrumpida.
Las raíces (el universo subterráneo), el tronco (la superficie terrestre) y las ramas (el cielo) convierten al árbol en el axis mundi; presencia tan importante en las tradiciones de muchos países que, desde el ámbito del mito y las religiones, ha pasado en gran medida al del floklore.
C. Wallace
CONTINUARA...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...