Piedra de nacimiento de los Virgos, aunque deba ser evitada por todos los Tauros.
Al garantizar la constancia, constituye un precioso regalo para intercambiar entre amigos que se separan, siendo, además una piedra sumamente idónea para ser engarzada en un anillo de compromiso.
A esta conocida gema se le suele dar el nombre de Rubí de El Cabo, aunque el verdadero rubí sea una piedra mucho más dura y su color más profundo y vivo que el del granate.
Por lo general, estas piedras son del color del vino tinto, aunque algunas sean tan pálidas que llegan a ser casi rosa mientras otras poseen un color claramente amarillento.
En Oriente, no existe piedra más popular como Talismán, y en las Antiguas Grecia y Roma, los granates constituían codiciadísimos adornos si llevaban grabadas las efigies de los emperadores.
En numerosos museos se pueden encontrar estas piedras así talladas.
En Persia, se lleva el granate como protección contra los relámpagos y como antídoto contra la fiebre y la peste.
En las Alta y Baja Edad Media era tenido como amuleto contra todas las enfermedades que conllevaban inflamaciones.
El granate tiene el poder de otorgar a quienes lo llevan constancia y alegría siempre que haya sido obtenido por medios lícitos, porque un granate conseguido de manera fraudulenta conlleva una maldición que recaerá con todo su peso sobre quien lo posea a menos que sea devuelto a su legítimo propietario.
E. Villiers
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