Halloween:
Aunque muchos religiosos piensan que esta festividad se hace con el propósito
de venerar al diablo o a los demonios, lo cierto es que se ha convertido en una
fecha para la diversión infantil.
Niños disfrazados de vaqueros, indios, calabazas,
piratas, princesas, hombre araña y también los ogros disfraces que no nos caen
nada bien.
En fin habrá quien tome la celebración como una
ofensa al cristianismo y habrá otros que lo vean como una oportunidad de salir
sanamente a pedir dulces con sus hijos y compartir con ellos.
No importa como usted piense, la voluntad de Dios
esta por encima de las festividades y ello no cambiara en nada los planes que
ya el tiene con nosotros.
No se calienten la cabeza, ni deje que se la
calienten, sea usted mismo y haga buenas obras lo mismo el 31 de octubre o el 1
de noviembre, no importa el día, todos los días son iguales para hacer el bien
a nuestro prójimo.
Los demonios no están afuera, están adentro de la
cabeza de quienes los atraen con sus pensamientos.