Nicolas Flamel
Nicolas Flamel (Pontoise, ca. 1330 – París, 22 de marzo de 1418) fue un burgués
parisino del siglo XIV, escribano público, copista y librero jurado; aunque sin
duda un personaje histórico, las leyendas lo describen como alquimista de
suficiente habilidad para ejecutar las dos obras más complejas del arte
alquímico: la transmutación de los metales en oro gracias a la elaboración de
la piedra filosofal, y la inmortalidad.
Flamel era un hombre letrado para su época.
Tomo parte de esta época del renacimiento habían
aprendido el oficio de copista de su padre —quien había sido un sofer antes de
su conversión forzada al cristianismo, y comprendía correctamente el hebreo y
el latín.
De acuerdo a la leyenda, cuando se hallaba en plena
Guerra de los Cien Años trabajando de librero en París, Flamel se hizo
alrededor de 1355 con un grimorio alquímico —diferentes versiones aseguran que
lo recibió de un desconocido, que lo compró casi al azar o que le fue
entregado por un ángel en sueños— que excedía con creces sus conocimientos, y
empleó 21 años en intentar descifrarlo.
Para ello viajó a España, donde consultó tanto a
las autoridades sobre Cábala como a los especialistas en el mundo antiguo —en
aquella época y bajo la influencia andalusí, las mejores traducciones del Griego
antiguo se producían en las universidades españolas— hasta encontrar, después
de preguntar a muchas personas, en León a un anciano rabí, el Maestro Canches,
quien identificó la obra como el Aesch Mezareph del Rabí Abraham, y enseñó a
Flamel el lenguaje y simbolismo de su interpretación.
La narración de todos estos hechos tiene lugar en su Libro de las figuras
jeroglíficas (1399) que describe brevemente al comienzo dichas peripecias,
explicando a lo largo de dicha obra el magisterio filosofal descrito como si de
la peregrinación a Santiago de Compostela se tratara, sin embargo algunas
teorías apuntan a que dicho entramado tiene un significado mucho más profundo,
siendo reflejo de los misterios iniciáticos que se ocultan tras esta obra.
Entre estos misterios estaban el descubrimiento de la Piedra filosofal y la
creación de homúnculos mediante la palingenesia de las sombras (crear un cuerpo
astral, animal o vegetal).