El día en el que se decida realizar este Ritual, en la hora que sea más cómoda, cuando uno esté seguro de que no se la va a molestar, prepararemos el alter, encenderemos una vela de color violeta, que ungireos con el aceite esencial de hipérico, y otra de color verde, que ungiremos con aceite esencial de menta.
Quemaremos sobre el brasero o sobre el carboncillo un puñado de pétalos de hipérico, algunos granos de mirra, hojas de romero y unas gotas de aceite esencial de lavanda.
Luego, recitaremos la siguiente plegaria:
-Poderosa Madre de tdos los seres vivos, aleja de mí ...
(O de la pesona para la que se oficia este rito)
cualquier enfermedad presente y futura. Cúrame de ...
(Se dice el nombre de la enfermedad)
Aleja de mí los pensamientos negativos, la angustia, la depresión...
(O lo que uno sienta como negativo y amenazador para la salud física y psíquica)
Protege mi cuerpo y mi espíritu, el cuerpo y el espíritu de ...
(Se dice el nombre de la persona que se quiere proteger)
De cualquier enfermedad e influencia negativa. Aleja de mí y de ...
(Se dice el nombre de la persona que se quiere proteger)
El dolor, el sufrimiento y el mal...
Para terminar, se visualiza un campo lleno de flores que se mueven lentamente con la brisa, y se deja que ese viento se lleve consigo nuestras preocupaciones.
Continuaremos meditando hasta que nos sintamos tranquilos.
Entonces dejaremos que se consuma completamente el carboncillo con las hierbas o las velas, y luego envolveremos los restos con un trozo de tela de color violeta y lo enterraremos.
Magia Wicca
Cristopher Wallace.
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